Mujeres que dejan huella
Hoy he ido a comprar un celular colombiano, la opción de comunicarme exclusivamente con mi móvil Orange ha resultado excesivamente cara. La idea era comprar sólo la tarjeta y utilizar mi móvil, pero como no está liberado he tenido que comprarme un celular de la compañía "amiga" de Orange en Colombia, esto es, TIGO.
Yo en mi afán ahorrador he pedido el más barato, vamos que con que llame y me llamen suficiente. Un inciso, parece ser que la educación comunista de la que hago gala ha dado sus frutos ya que mi amiga Maite, con la que comparto el comunismo desde los tres años, tiene el mismo modelo de móvil en Londres, e intuyo que se debe a la convicción de que los móvilos cuantos menos pichorradicas y más baratos mejor. Volviendo al tema, la tipa de la tienda me ha explicado la oferta, me ha enseñado varios modelos, ha analizado las características de la tarjeta prepago y yo me he decidido por uno de ellos, como ya he dicho el más barato: $52.000 de celular con $10.000 en llamadas -hagan cuentas señores, el euro está apróximadamente a $3000.
Y es aquí cuando entran en juego mis deditos, bueno para ser más exactos mi dedito índice. Mientras estábamos esperando me ha venido a la memoria mi intento de mandar unas postales hace tres años, en el que casi me piden mis atecendentes penales, y se me ha ocurrido que podía pasar lo mismo. Mária me ha dicho que no creía que para un celular prepago pidieran más que la cédula y los datos básicos. Pues bien, efectivamente no me han pedido ni un contrato laboral, ni un fiador, ni mi expediente médico... en cambio he tenido que dejar mi huella dactilar en seis papeles diferentes: las cuatro hojas del contrato, la fotocopi de mi pasaporte y la cláusula de permanencia, esto último lo tengo que revisar porque no tiene ningún sentido.
Pero que obsesión en este país con las huellas dactilares, estoy pensando que debe haber alguien que, al igual que en Pamplona se está haciendo rico con los adoquines y baldosas, se está forrando con la tinta para las huellas, es que no me lo explico. Además, a finales de mes igual tengo que ir otra vez al DAS, Departamento Administrativo de Seguridad, es que va y no puedo estar como turista sino que necesito una visa de estudiante, yo por hacerlo bien no hago más que complicarme, y venga otra vez a dejar mis huellas dactilares, esta vez las diez, que se me van a gastar!!!!!!!!!
Por último, informaros que no hay manera de hacer funcionar este trasto que me he comprado. Mañana al mediodía tendré que volver por la tienda a ver que me dicen. Ya mañana voy al ICAHN y también me pasaré por el Ministerio de Asuntos Exteriores a preguntar por mi situación en el país. Ya os contaré, mañana promete ser un día de experiencias fuertes.
Besos
3 comentarios:
jajajajajjajajaa
no me puedo creer que otra vez te hagan ir al DAS y toda la pesca!!!!
si al final en Asuntos Exteriores no te solucionan el asunto y tienes que ir al DAS me saludas a la señora del mostrador de mi parte que seguro que se acuerda de la vinagretis que no quería pagar para quedarse en el país
jajajajajjaja ¡¡¡pobre juanita!!!
esa compañía de celulares parece sacada de un chiste de rafa (¿con qué compañía estás? Estoy con-tigo. QUé bien acompañada) (ja-ja)
Intenta ser un poco lo del Palas Atenea, pero al alcance de todos
jajajajajajajaja
de verdad Bea que me parto con el txiste pero no por el susedido en sí sino por la idea de que a Rafa le encantaría contarlo si fuera de verdad un chiste canónico
jajajajajajjajaa
de todas maneras sigue siendo insuperable lo de palas atenea
JAJAAAAAAJAJAJAJAJJAJAJAJA
de verdad que me meo cada vez que lo pienso
a ver si mañana me curro una entrada sobre los chistes que sólo nos hacen gracia a los historiadores
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